24 de febrero de 2014

Viajes, tecnología y sol

Esta semana he estado de viaje, he ido a París, solo 2 días pero cada vez me cuesta más irme. Recuerdo mis inicios en mi profesión las ganas locas que tenía de viajar por el mundo. París, Londres, Nueva York, Tokio... No había límite.
Ahora soy más de estar en casa con los niños, todo cambia. Aunque me sigue gustando viajar pero con ellos, claro. Cuando sueño pensando qué haría si no tuviera que trabajar, si, eso que todo el mundo te pregunta, "que harías si de repente te tocara la lotería?", pienso en viajar por el mundo con mi familia. Un mes aquí, un año allí. Pero claro, es solo un sueño.
El problema es que cuando tu trabajo implicar viajar, cuando llega el fin de semana o las vacaciones no quieres ni oír hablar de aviones, maletas y esperas eternas en aeropuertos. Los viajes ya no parecen tan fantásticos, y ves tu casa como el paraíso del descanso.

Hace ya unos años mi marido me regalo un ipod y una game boy (creo que se llamaba así). Una buena compañía para mis viajes, sobretodo para aquellos que eran en solitario. Juegos, música y películas de bolsillo me hicieron mis viajes mucho más amenos.

Ahora tengo mi iphone del que no me separo NUNCA y recientemente mi ipad mini con el que estoy escribiendo ahora mismo y del que estoy profundamente enamorada. Cuanta tecnología. Quien nos iba  a decir hace unos años que todo sería táctil y que llevaríamos en el bolso libros, juegos, películas... y conexión con en mundo entero a través de algo llamado internet. Uau! Que cosa más rara, si te paras a pensarlo es un tanto extraño, sobretodo para los que somos de mi generación.

Para mis hijos es su día a día, nada extraño. Han nacido en la era digital y nada les extraña. Todo se activa con un simple clic. Incluso Marçal, cuando se refiere a tocar el timbre dice "mamá puedo clicar yo?". Júlia cuando quiere ver algo en la tele mueve sus manos de un lado a otro como si eso fuera a funcionar. Y no tenemos un televisor inteligente...

Estos últimos fines de semana ha hecho mucho sol y un tiempo primaveral, así que hemos aparcado la tecnología a un lado, bueno, no del todo, y nos hemos escapado a la playa. Cuando parece que todo el mundo está disfrutando de las montañas y la nieve, nosotros nos hemos ido en dirección contaría. Descanso y desconexión total. Poca gente, buena comida y nada más. Un pequeño anticipo de primavera, miel en los labios.

Por cierto, hoy mi pequeña Júlia cumple 2 años!!

Feliz semana!
Besitos!!

 





3 de febrero de 2014

Desconexión

Hace tiempo que no escribo... lo sé. No habéis sentido nunca la necesidad de desaparecer? aunque no para siempre, solo un ratito... Pues así me he sentido yo este tiempo. Demasiado trabajo acumulado, demasiados proyectos en marcha, y poco tiempo para disfrutar y descansar. Diciembre, con las fiestas, ha sido intenso y el tiempo que he tenido libre me apetecía dedicarlo integramente a los niños. Aparqué proyectos, no facebook, no instagram, no mails, no blogger, no internet..., desconexión total. Me saturé y colapsé. Incluso aparqué la cámara en un rincón, solo algunas fotos para reyes.
Los niños lo han notado y se han portado mejor que nunca. Han sido unos días felices. Volver al trabajo y a la rutina nos ha costado a todos.
Marçal ha disfrutado muchísimo de las fiestas y los reyes se han portado estupendamente con él, creo que incluso demasiado. Ya con previsión, unos días antes apartamos algunos juguetes olvidados y los dimos a quien seguro los disfrutará. Un poco de espacio no ha ido mal.
Ver sus caras de ilusión no tiene precio.


Y nosotros distraidos con sus caras, animándolo a abrir otro regalo y mientras, Júlia prefería el chocolate, creo que no eran ni las 9 de la mañana, qué mejor desayuno!


La semana pasada fue el cumpleaños de Marçal, 7 años ya! Cuesta de creer. Este año no ha habido súper fiesta con muchísimos niños como el anterior, ni disfraces ni súper madalenas... Una tarde de juegos con cinco amigos, escogidos por él, fue suficiente para hacerle feliz. Fue una fiesta con ambientación animal que todos disfrutaron.
Y al día siguiente oooootra fiesta con la familia!
No sé porque razón pero fue un día lleno de emociones y lágrima fácil. No sabría decir con exactitud la diferencia con su anterior cumpleaños, pero algo inesperado pasó por mi mente, algo que me mantuvo blandita todo el día. Supongo que algo tuvo que ver el estrés de los últimos meses, el colapso general, el querer llegar a todo y no poder... una no es perfecta...
7 años han pasado desde que me convertí en madre por primera vez. 7 años que no me han hecho ser mamá perfecta pero si mejor persona. 7 años felices e intensos. 7 años a la velocidad del rayo que asustan...


La misma noche de su cumpleaños, una vez ya en la cama, me senté a su lado y le dije cuanto le quería, le dije que él cambió mi vida para siempre y que sin él no podría vivir. "Mamá no sigas, que me harás llorar..." Feliz cumpleaños mi vida!

Besitos!!