14 de octubre de 2013

Virus, ajo y una boda

De verdad que hemos notado mucho el cambio de estación. Después del pequeño susto con los vómitos de Marçal le tocó el turno a Edu. Fue un virus fulminante, solo 24 horas, pero muy muy intenso. Una vez ya parecía que se iban recuperando, yo me resfrié, nada grave, aunque los oídos me pasaron factura en algún avión.

Esta semana Júlia ha cogido un virus llamado "boca, mano, pie", algo, por lo visto, habitual en las guarderías, aunque muy nuevo para mi. Nada importante, algunas llagas pero nada de fiebre, ella está estupenda, pero en casa, sin poder ir a la guardería por el tema del contagio.

Yo, que soy experta en ponerme enferma en fin de semana, vacaciones y demás fiestas, he pasado el fin de semana en cama con anginas. Bueno, en cama es donde tendría que haber estado, pero con niños en casa, eso no es del todo posible. Sabréis de que hablo. Todavía no estoy recuperada pero la vida no para a mi alrededor, donde está el pause?? así que a trabajar y a seguir con el ritmo. El martes tengo un nuevo viaje y tengo que estar preparada.
Aunque me cuesta comer por el dolor y por la falta de apetito, procuro hacerlo, pues los antibióticos me afectan mucho al estómago y necesito estar fuerte para seguir con el día a día.
En casa comemos muy sano y con los niños, sobretodo con Júlia que todavía come triturado, aplico el mejor de los consejos de mi abuelo del que aún con 90 años tengo la suerte de disfrutar; ajo!! Ajo para todo y con todo! Cuando hago los purés (sean para quien sean) un ajo siempre va dentro, una de las mejores defensas para nuestro cuerpo.
Además nunca falta la miel por las mañanas en un vaso de agua tibia en ayunas y a los niños 2 cucharadas cada día de miel como mínimo, aunque si fuera por ellos serían muchas más, les encanta!
Estos días hemos tenido frío y calor y eso no ayuda, sobretodo si tu cuerpo esta resentido por el cansancio y el ritmo frenético al que estamos acostumbrados.
Así que la semana pasada no hubo post, un poco de descanso no me vino mal, sofá, películas, palomitas.., sientan de lujo!

Antes de tanto virus revoloteando por casa estuvimos de boda. Una boda preciosa con unos novios guapísimos que, tengo que decirlo, me dieron un poco de envidia. Hacía tiempo que no íbamos de boda, así que me acordé mucho de la mía, hace ya más de 9 años, un día precioso que repetiría sin pensarlo. El tiempo vuela y vamos quemando etapas y no puedo evitar sentir nostalgia...
Vi a los novios tan felices, jóvenes y guapos... Nosotros nos lo pasamos genial y los niños también y bailamos hasta que la lógica de padres nos obligó a irnos. Por cierto el novio era mi sobrino, sobrino político, pues Edu se lleva bastantes años con sus hermanas y gracias a ello a los 34 años me convertí en tía-abuela! No está mal, no? Total, que el novio es primo-hermano de mis hijos, que se llevan unos añitos!
La novia guapísima muy fiel a su estilo clásico con su escote corazón y sus mil capas de tul. La ermita, la misma en la que yo me casé, pequeña y preciosa. Y lo mejor de todo, el toque campestre-romántico que pusieron los novios a toda la decoración; pizarras con mensajes escritos en tiza por todas partes, flores pequeñas y blancas y hasta una bañera antigua en medio del jardín con las bebidas dentro. Muchísimos detalles con encanto para un día precioso.
En cuanto a la ropa de los niños con Júlia lo tuve claro; un vestido de Stella McCartney que compré en julio y que me enamoro nada más verlo, de tul rosa con topos plateados. Los zapatos me costaron más de encontrar y acabé en Zara con unas bailarinas bicolor discretas y monísimas. 
Para los niños no me gusta nada el look traje, les veo disfrazados y postizos. Y Marçal al estar tan delgadito no le quedan bien según que pantalones, sobretodo si son anchos, le hacen bolsas y arrugas por todas partes. La mejor opción; unos pitillos oscuros y elegantes combinados con una camisa azul eléctrico que por supuesto, también encontré en Zara, bendito Zara, sobretodo para casos de apuros. La camisa hacía juego a la perfección con sus nuevas zapatillas preferidas, sus New Balance azul eléctrico.
Y así tan guapos y preparados pasamos un día estupendo y agotador, tal vez, algún virus vino de ahí...

Feliz semana!
Besitos!!

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