Más nuevas sensaciones

Últimamente mi trabajo se está dejando notar en el blog. Y es que me queda poco tiempo para sentarme, relajada, concentrada e inspirada a escribir un rato. Aunque tengo que reconocer que mis horarios me permiten estar pronto en casa con los niños, ya sabéis lo que son las tardes entresemana; extraescolares, baños, ropas, tuppers para el día siguiente,... y demás.
A las 9 los niños rendidos ya duermen, bueno Marçal algunos días a las 9:30. Y es entonces cuando empieza mi momento de silencio y relajación para mis cosas. El problema es que la mayoría de días las fuerzas no me acompañan y se me cierran los ojos...
Me considero una afortunada, en los tiempos que corren, de tener un buen trabajo que me gusta y me emociona día a día.
Supongo que poco a poco, y pasada la primavera, me iré acostumbrando a nuestros nuevos horarios y trajines, es cuestión de paciencia y energía para tirar adelante. La paciencia a veces hay que trabajarla y la energía intento sacarla de frutas y verduras de la temporada. Ahora, además, estoy con algo que me funciona muy bien, un jarabe miraculoso (todo natural) de zanahoria, ortiga, espinaca, alga marina, hinojo y flor de hibisco, buena combinación, no? pues a mi me da resultado y me aporta un extra de energía diario que agradezco mucho.
Además intento ir cada semana a la piscina a nadar, lo hago desde hace años, me encanta, me relaja, me ayuda con mi espalda y me siento como nueva cuando salgo. Será que soy de agua? 

Este ha sido un fin de semana de sol y piscina, así que hemos inaugurado la temporada de verano oficialmente, esperemos se mantenga el buen tiempo...

Hace ya más de un mes, estuvimos en la playa con los niños, para Júlia fue su primer contacto con la arena. La cosa fue lenta, de primeras no le hizo nada de gracia y quiso mantenerse al margen, jugando en su terreno sin sobrepasar el límite a la arena. Al final de la mañana conseguimos que tocara la arena y acabara familiarizándose con ella.

Para Júlia este ha sido su primer fin de semana en la piscina y a mucha sorpresa nuestra, ni frío, ni miedo, ni nada de nada... Vamos! que iba muy lanzada!! Quiso sentarse en la escalera con los pies en remojo un rato. Luego ya vino el culo sumergido durante muuuuuucho rato, con llanto incluido cuando intentamos sacarla. Así que visto el éxito, cosa que no esperábamos, aprovechamos un flotador prestado y la metimos en el agua. Aunque no quería que te separaras mucho de ella, se la veía contenta. Está claro que es una niña de agua!!

Mucha energía para superar la semana!!

Besitos!!