10 de junio de 2013

Despidiendo el curso y preparando maletas

Llevamos unas semanas despidiendo el curso. La semana pasada tuvimos festival de P5. Los niños interpretaron entre otras cosas El mago de Oz. Nos encantó. Los niños muy coordinados cantaron y bailaron hasta en inglés. La evolución desde que llegaron a pre-escolar hasta este año en el que se despiden de él, ha sido increíble.
Un par de años atrás vimos unos pequeñitos de 3-4 años mirando con ojos enormes hacia un público oscuro e intentando seguir una canción marcada por una profesora escondida entre cortinas. Incluso alguno llorando a moco tendido en medio del escenario. Un espectáculo gracioso y entrañable lleno de ternura. 
Este año ha sido todo muy profesional. Los niños ya tienen 6 años y se nota. Su evolución en estos tres años es más que palpable. Todos felices, sonrientes, cantando con voz fuerte y disfrutando de la música.
A Marçal le tocó hacer de hombre paja, estaba muy gracioso. Aunque todos sabemos que ser hombre paja implica llevar un traje especial, que corrimos a sacar nada más finalizar el espectáculo pues "mamá pica, pica, pica....".
Su evolución no solo es notable en los festivales de fin de curso. Los niños han pasado de ser unos bebés grandes a ser unos pequeños niños preparados para pasar al siguiente ciclo, primaria. En estos 3 años han aprendido a leer, a sumar, restar. Han conocido a fondo el cuerpo humano, los planetas, el mundo animal... Una infinidad de cosas y experiencias que se han concentrado en sus pequeñas cabezas para ayudarles a formarse como personas un poquito más. Normas de educación y de convivencia también han sido básicas en estos años. 
Unos años vitales para su desarrollo.

Esta semana le ha tocado el turno de despedida al basquet extraescolar. Una exhibición de lo que han aprendido los niños durante este año con un pequeño juego incluido al final en el que padres y madres también pudimos participar. Una fiesta bonita y divertida.
Esta semana le toca despedir el curso al tenis! Esto es un no parar...

Siendo previsora, como normalmente acostumbro a ser, y teniendo en cuenta que el viernes teníamos la fiesta del basquet y por lo tanto, la tarde ocupada, el jueves dediqué mi tarde a preparar maletas para un fin de semana de playa. Esto implica varias lavadoras, alguna plancha (la justa) y 3 maletas distintas; la de Júlia, la de Marçal y la de Edu y mía. Eso sin contar con las extra-maletas; los enseres de Júlia para las comidas, su silla de viaje, los juguetes de Marçal, mi pac completo de fotografía, el patinete... Y por supuesto bañadores para todos.

Por mi trabajo, en el que me ha tocado siempre viajar mucho, se podría decir que he hecho miles de veces la maleta, lo que me hace algo experta en el tema. Aún así, necesito tener toda la ropa limpia justo antes de ponerme en materia, no sea que justo me quede un modelito sin conjuntar. No soy de coger lo primero que pillo, soy más de esto por si acaso y lo otro por si acaso.

Pensando en los niños cuento siempre un conjunto diario (ropa interior y exterior) más un par de extras como mínimo por si se manchan, se mojan..., dependiendo de la duración del viaje. En épocas como esta, en primavera, en la que todo puedo pasar, mezclo conjuntos fresquitos con alguno más de abrigo, lo que implica algún extra de más. Nunca, nunca olvido nuestros pañuelos o fulares, somos una familia bastante propensa a las anginas y demás dolores de garganta, así que los pañuelos son nuestro complemento favorito y más aliado, para Júlia, Marçal y para mi.
Otra cosa para mi imprescindible, son las chaquetas de punto en algodón para el buen tiempo y en lana para el frío invierno. Con ellas tendremos más conjuntos y más versátiles, tanto para los niños como para las niñas.
Para lo zapatos hay que pensar en algo cómodo, en algo más arreglado y en algo para estar por casa, hotel, o lo que sea, en total tres pares.
Un par de pijamas y un neceser con cosas como crema hidratante, crema para el sol, colonia fresquita (a mi me encanta la Nenuco), gomas y clips para el pelo en el caso de las niñas, completarán nuestra maleta básica para los pequeños de la casa. Para Júlia que es un bebé, no hay que olvidar los pañales, toallitas, cremas de cambiado y baberos.
Una buena maleta nos salvará de muchos imprevistos.

Y ya con la maleta hecha, el viernes disfrutamos de la fiesta del basquet con todo listo para irnos justo después. Aquella noche nos acostamos tarde. La Costa Brava tiene un encanto especial que enamora a cualquiera y que nos llevó a alargar un poco más el día, incluso habiéndome levantado a las 6:15 de la mañana. Dormimos muy bien, con pensamientos y sueños de playa.
Y nos levantamos el sábado a nuestra hora de fin de semana, las 9, más o menos, más menos que más. Y llovía! Tanta previsión y preparación para un fin de semana más con lluvia y días grises. 

Os dejo con nuestro pequeño ya graduado de pre-escolar!
Feliz semana a todos!!

Besitos!!



2 comentarios:

  1. Ostres molt bé el post, aquest cap de setmana, he marxat a Tossa, on els meus pares tenen una casa, i he patit molt amb la maleta, no sabia pas que posar, i al final, jo que la tenia plena de bones intencions per passar un dia a la piscina amb els avis, i plafff tormenta bestia!! pero hem va molt bé, els tips que dones per possar a la maleta, al estiu i al hivern es fàcil, pero ara amb aquest temps!!!! felicitats m'ha encantat avui. I el Marçal superconcentrat que es veu a la foto

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    1. Gràcies Bele!! això de fer maletes és tota una ciència!! a mi m'agraden les maletes grosses i sempre prefereixo que em sobri roba que no que me'n falti, no sé si és una bona tècnica però a mi em funciona!! Petonàs!!

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