3 de mayo de 2013

Una semana importante para Júlia y para mi

Esta ha sido una semana importante en la, por ahora, corta vida de Júlia. El lunes empezamos la guardería. Sí, digo empezamos, porque fue un inicio de ciclo para las dos. La semana ha sido intensa y dura para ella y para mi.

Cuando Marçal empezó la guardería tenía unos siete meses y era un niño muy acostumbrado a estar con gente diferente. A la seis semanas de dar a luz empecé a trabajar, así que pasó muchas horas con su tía, sus abuelos... Marçal iba tan contento a la guarde, aún hoy la profesora de P0 le recuerda que él insistía en ser su novio. Se lo pasaba en grande y nunca, nunca lloró. Eso me facilitaba el dejarle cada mañana en la guardería, ningún lloro, ninguna pena, ningún sentimiento de culpabilidad...

Júlia ha empezado la guardería con 14 meses, hemos apurado todo lo que hemos podido. Nuestra vida ha cambiado mucho últimamente y eso nos ha llevado a tomar la decisión. Y aunque creo que la guardería les va estupendamente a los niños por muchas razones, y aunque conozco a la profesora de hace ya unos años y me encanta, ésta ha sido una semana muy dura.

Para hacerlo todo un poco más fácil, estamos haciendo unos días de adaptación. Júlia lo necesita y yo también.

Primer día: Sólo estuvo 1 hora y 1/2 más o menos. De ese tiempo yo estuve 1/2 hora en la guardería, entrevistándome con la profesora y aunque estuvimos en sitios distintos, yo sentí que la tenía al lado. Eso sumado a que al salir tenía un millón de cosas que hacer, se me pasó volando, así que no lo sufrí realmente.
Para Júlia fue un poco shock, todo nuevo, gente desconocida, más bebés. Al recogerla (con muchas ganas) me comentaron que había estado en brazos todo el rato, al dejarla en el suelo lloraba, creo que lo normal.

Segundo día: Júlia ya sabía donde iba aquella mañana y todo fue un poco más complicado. Varias profesoras salieron en busca de ella y no quiso ir con ninguna de ellas. Yo notaba como me agarraba fuerte de la ropa. Finalmente vino su profesora y la convenció para ir a sus brazos, aunque fue darse la vuelta para entrar y ponerse a llorar. Todavía tengo en la cabeza ese momento en el que Júlia me miraba con cara de "de verdad me dejas?". Aunque a ella, según me contaron, se le pasó enseguida, yo pasé dos horas muuuuuuy largas en casa. Hice una especie de limpieza general a fondo por todas partes sin poder parar. Estaba muy nerviosa y me sentía mal, muy mal.
Al recojerla me contaron más o menos lo mismo que el día anterior, Júlia quería brazos y cuando jugaban en el suelo se quedaba pegadita a su "señu".
Un día duro para ella y para mi.

A mitad de semana tuvimos un día de fiesta. Un día en casa con los niños, para Júlia perfecto y para mamá también.

Tercer día: La llegada a la guardería fue más suave pues al ver que no se despegaba de mi, me invitaron a entrar en su clase y me quedé unos 20 minutos con ellos. Júlia no se separó de mi en ningún momento. Pero creo que mi ratito con ellos fue clave para que Júlia pudiera relacionar aquel sitio con mamá, hacerlo un poco más suyo y en definitiva más familiar. En el momento de irme no la oí llorar, así que me fui un poco más tranquila. Júlia estubo 3 horas. Y sorpresa! Júlia se despegó de su profesora y se puso a jugar con las muñecas y otras cosas. Al recojerla se me tiró a los brazos y la profesora me enseño unas fotos que le había hecho jugando tan contenta. Solo hubo un pero, de vez en cuando, cuando se acordaba, hacía algún pucherito y soltaba alguna lágrima, hasta que se le pasaba y seguía con sus juegos.
Parece que un poco menos duro que el día anterior.

Hoy es su cuarto día en la guardería. Veremos como va, aunque creo que hemos superado la semana bastante bien, tanto ella como yo. La adaptación era necesaria para las dos, para aprender a estar separadas la una de la otra, doloroso, pero necesario. Y no es que no me haya separado de ella en 14 meses, pues la he dejado algún ratito con mis padres o con mi suegra o inlcuso mi cuñada, es el hecho de dejarla con gente desconocida para ella, el verla sufrir, el pensar que se pueda sentir abandonada...

Para mi todas estas sensaciones son  nuevas e intento asimilarlas y aprender de ellas.
En fin, un paso más en la vida. Para Júlia su primera vez en la guardería y para mamá su primera vez sin su bebé.

Disfrutad del fin de semana con vuestros "bebés", yo lo haré!

Besitos!!




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