12 de abril de 2013

Cosas de la moda

No se puede generalizar diciendo que a los hombres el tema de las ropitas ni les va ni les gusta. Yo, que trabajo en el mundo textil desde hace ya muchos años, he conocido muchos hombres a los que sí les va y sí les gusta. Edu no es de estos precisamente. Aunque sí le gusta vestir bien, no soporta ir de compras, no le gusta mezclarse entre la gente para escoger una camiseta, no le gustan los probadores, no tiene paciencia para ello. Si fuera por él chasquearía los dedos y ya está; camisa nueva y me va perfecta!!

Con los niños le pasa más o menos igual, así que soy yo, a mucho gusto, la que se encarga de comprarles la ropa y decide cada día lo que se ponen. En el caso de Marçal, al llevar uniforme de lunes a viernes, no hay mucho secreto escondido. Aún así, prefiero dejarlo todo preparado no sea que tengamos alguna divertida sorpresa.
Con Júlia, al ser más pequeña y una niña, la cosa ya es más peligrosa...

Hará un año más o menos, mi sobrina le preguntó a Edu que pie calzaba Marçal para comprarle unos zapatos. En aquel momento Marçal tenía los 5 años recién cumplidos y calzaba un 28 de pie. Pues bien, Edu le dijo que un 19, o sea, el pie de un bebé! Por suerte mi sobrina ya era mamá de una niña y tenía algo de experiencia en el tema y no se lanzó a comprar un zapato talla 19. Nos reímos todos un buen rato.
Al cabo de unos meses, la pregunta fue la misma pero en este caso los zapatos eran para Júlia, que tendría en aquel momento unos 4 o 5 meses. Pues Edu, sin dudarlo, dijo que un 10. Sí, un 10, pero existen zapatos del 10??? para un mini-mini-mini bebé?? todavía hoy me río de aquello...

Lo que si tiene Edu, es que es un hombre muy práctico y sencillo y como tal no entiende la ropa complicada. Véase los pijamas cruzados de los bebés. Pero quien ha inventado esos pijamas? y a santo de qué hay que abrocharlos de esa manera??

Una de esas noches cualquiera en las que, mientras yo preparaba la cena, Edu vestía a Júlia después de su baño. Pero esa noche tocaba pijama cruzado, y este fue el resultado...


En esos momentos, evidentemente, no tenía la cámara a mano, y aunque Júlia empezó a llorar por su clara incomodidad, no pude evitar hacerle algunas fotos rápidas con el móvil.
Se suponía que la parte rayada del pijama era la espalda, pero el maldito cierre cruzado lo complicó todo! Porqué no vendrán con instrucciones estos pijamas? Seguro qué más de uno las leeríamos. Y aunque, tal vez, visto así pueda parecer fácil de arreglar, la verdad es que el pijama sin abrochar no hay por donde cogerlo...

El año que Marçal empezó la escuela, y como Edu y yo trabajábamos todo el mes de Julio, decidimos apuntarlo a los cursos de verano. Para Marçal, además de pasárselo en grande, significó el aprender a vestirse y desvestirse solo cada día, pues cada mañana tenían que ponerse el bañador y las chanclas para luego volver a vestirse con la ropa de la mañana. Uau! Qué mayor! Aunque el primer día vino de esta manera a casa;


Y lo más gracioso de todo, es que él ni siquiera se dio cuenta, será cómodo eso de llevar los zapatos al revés?? Habrá que probarlo.
Cosas de la moda...

Feliz fin de semana!
Besitos!!

2 comentarios:

  1. aaahhh jajajaja me dio mucha risa ver las fotografias. hombres!! yo cuando estaba embarazada mande a mi marido a comprarme ropa, y el resultado fue una polera chiquitisima cuando yo ya tenia 8 meses y estaba que me reventaba!! hasta el dia de hoy me rio. besos

    http://flashlovee.blogspot.com/ visitame bye

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    1. Y los buenos ratos que nos hacen pasar con esas risas? El tiempo va pasando y cada vez que lo recuerdo me hace reir. Seguro que habrá más historias!
      Un beso grande!!

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