4 de marzo de 2013

Lo que sea pero con mamá

Cuanto necesitan los niños estar en la calle...

El viernes por la tarde me escapé con Júlia a una charla/taller de porteo organizada por Madresfera y Nakadi Barcelona. Fue todo un descubrimiento, me encantó, pronto os cuento.

A Marçal lo dejé en casa, así que ha estado sin salir más de una semana por la dichosa varicela. Se ha encontrado bien todos los días así que para él ha sido como un encierro.
En casa estos días hemos hecho de todo y él ha descansado mucho, cosa que me alegra pues le hacía falta.

El sábado amaneció muy soleado y el domingo también así que, sin pasarnos demasiado, hemos salido a la calle. Algún paseo bajo el sol nos ha sabido a miel.
Hemos dejado las bicis en casa para que Marçal no sudara y aún así unos saltos y unas carreras de aquí para allá y de allá para aquí han sido inevitables. Se le veía tan feliz... Hemos respirado el aire limpio que deja una semana de lluvias intensas . Un aire que nos hacía falta a todos, pero sobretodo a Marçal.

Hoy hemos vuelto a nuestra rutina, Marçal se ha ido a la escuela muy contento, tenía muchas ganas de ver a sus amigos y a su profesora que la adora. Quería llevarle todos esos "trabajos" que hemos hecho estos días; sumas, restas, dibujos, historias inventadas... Para él es la mejor parte de hacer algo; que lo sepa su profesora y que le felicite por ello.

Aunque debo reconocer que en algún momento me he sentido un poco agobiada, (la semana ha sido dura para todos que somos tan inquietos), me he dado cuenta que aún teniendo todos los juguetes del mundo, Marçal es feliz haciendo unas simples sumas siempre que yo esté con él. Todo puede ser divertido si mamá está a mi lado.

Ayer se me ocurrió decir que jugaríamos a las canicas! Pero si no me acuerdo!! chivas, tute y..., no sé qué más, le tuve que pedir ayuda a Edu, y el resto lo improvisamos. Aún sin acordarme de las reglas del juego Marçal lo disfrutó mucho, nos reimos un rato.

Yo de pequeña fui muy tranquila y buena niña, luego cambié. Pero Edu era inquieto, y siempre corría en vez de andar. Así que el pobre Marçal ha heredado toda la energía junta de los dos y él solo quiere gastarla!! Gastarla como sea, le da igual, siempre que estemos a su lado gastando con él.

Besitos!!


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