9 de enero de 2013

Cosas de hermanos

Marçal ha sido único en la familia durante 5 años. Todas las atenciones, cariños y regalos han sido para él durante todo este tiempo. Con Marçal empecé a trabajar a las 6 semanas, así que pasó mucho tiempo con su tía hasta que cumplió los 7 meses y empezó la guardería.
Marçal siempre ha estado rodeado de gente; adultos en la familia y niños en la guardería, eso le ha hecho un niño muy sociable y confiado, lo que nos ha hecho sufrir un poco o por lo menos había que vigilarlo más de la cuenta. Nunca se ha extrañado con nadie y siempre se iba con los primeros brazos que se le ofrecían, fuese quien fuese.
Júlia ha entrado en la familia habiendo ya 2 niños más, así que le toca compartir atenciones, mimos y regalos con su hermano y su prima. Con Júlia no trabajo fuera de casa ni con un horario fijo, lo que me permite estar la mayor parte del tiempo con ella, y aunque la puedo dejar con cualquiera de la familia, eso la ha hecho un poco más dependiente de mí. Y después de un niño cariñoso pero más despegado, tengo que confesar que me gusta ver como Júlia me reclama.



Marçal y Júlia con 1 mes. Los dos nacieron con el pelo oscuro y poco a poco se les ha ido aclarando aunque a Marçal mucho más.



Marçal nació con los ojos negros y le fueron cambiando a marrones y Júlia, aunque no sabría definir su color, de momento, los sigue teniendo claros.  




Después del parto largo y duro de Júlia, solo pude verla durante unos segundos antes de que se la llevaran a la incubadora, pero esos segundos fueron suficientes para reconocerla como mía, pues era exactamente igual que Marçal, solo un poquito más pequeña. lia ya tiene más de 10 meses y ha cambiado mucho y aunque no soy muy buena fisonomista creo que ahora son muy distintos.




Al ser el primero en la familia, con Marçal tuvimos que comprar de todo: cunita, bañera, carrito... y un largo etcétera. Con Júlia hemos comprado poquitas cosas, pues estamos aprovechándolo casi todo.
Marçal dejó de utilizar silla de paseo enseguida. Cuando aprendió a andar descubrió un nuevo mundo y lo de ir sentado a pasear nunca más le gustó. A Júlia me la puedo llevar a todas partes en su silla de paseo, ella va encantada.   
Los dos son niños simpáticos y con carácter, en eso se parecen mucho. Siempre sonríen aunque saben sacar su temperamento en algunos momentos.
Marçal pasó muchos cólicos de bebé y eso nos hizo pasar muchísimas noches literalmente en vela, sin dormir ni un minuto. Aunque nos turnábamos con Edu para estar con él mientras lloraba desconsoladamente, era imposible dormir, se te partía el corazón al oírle.
Con Júlia las noches de los primeros meses fueron mucho más fáciles, no tubo cólicos y aprendió a dormirse solita en la cama, incluso parecía que le molestara dormir en brazos. Llegaba su hora, la poníamos en su cunita despierta y a los cinco minutos estaba profundamente dormida, qué lujo!
Nosotros, como padres con experiencia, estoy segura que hemos hecho las cosas de distinta manera con Júlia, aunque sin querer. Con el primero todo te da miedo, incluso te obsesiona, los peligros te rodean. Con el segundo todo parece más fácil.
Con Marçal hemos intentado que no se sintiera desplazado con la llegada del bebé, y aunque ha habido momentos de todo, creo que lo lleva bastante bien. Sin darnos cuenta Júlia se lleva la mayor parte de la atención de todos. El pediatra de los niños me dijo, al nacer Júlia, que a ojos de Marçal yo era la "novia" traidora que me iba con otro. Así que yo intento darle todo los mimos que puedo, además Marçal es un niño muy cariñoso y besucón, sobretodo conmigo.Yo también soy muy besucona, así que tengo para los dos!
Hermanos para siempre, tan parecidos y diferentes a la vez.

Besitos!!





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